TRES CABEZAS

 

En el pueblo

 

Tres hombres están sentados y MUJER 1 está barriendo el patio.


HOMBRE 1:   Bueno, yo les llamé a esta reunión porque, como saben, aquí tenemos un problema en común.
     
HOMBRE 2:   Sí. El de las gallinas. Anoche perdí otra.
     
HOMBRE 3:   Yo ya he perdido seis.
     
HOMBRE 1:   Anoche también tuve visita. Ya no me quedan sino dos gallinas. Entonces pienso que juntos podemos solucionar el problema.
     
HOMBRE 2:   Si. Tres cabezas son mejor que una.
     
HOMBRE 3:   ¿Entonces, qué hacemos?
     
HOMBRE 2:   ¿Qué tal si nos turnamos haciendo vigilancia. Cada noche uno de nosotros da la vuelta por la vecindad?
     
HOMBRE 3:   Hombre, no me gusta trasnochar. Cansa mucho y todos tenemos que trabajar de día.
     
HOMBRE 1:   Mira, todo eso empezó cuando llegaron los nuevos vecinos aquí. Antes no perdimos ni una gallina.
     
HOMBRE 2:   Verdad. Y este señor es como raro.
     
HOMBRE 3:   Si, casi no habla. Será que él nos está llevando los pollitos?
     
HOMBRE 1:   Pues, quién más puede ser?
     
HOMBRE 2:   Entonces, qué hacemos?
     
HOMBRE 1:   Me parece que lo más correcto es irnos a la inspección de policía y registrar una queja.
     
MUJER 1:   Anoche escuché pasos en el techo y no eran pasos humanos.
     
HOMBRE 1:   Ay, mija, entonces nos está visitando un espanto.
     
HOMBRE 2:   Un bulto esta acabando con las gallinas. Ja, ja, ja.
     
MUJER 1:   Pues, pensé más bien un zorrochucho.
     
HOMBRE 3:   Ja, ja, ja. Un fantasma ladrón. Tal vez hace sancocho de gallina para los difuntos en el cementerio. Ja, ja, ja.
     
HOMBRE 1:   Bueno, entonces. Estamos de acuerdo?
     
HOMBRE 2:   Sí, hombre. Hay que ponerle fin a esto.
     
HOMBRE 3:   Entonces, vamos al inspector?
     
HOMBRE 1:   Sí, vamos.
     
    (Salen los tres hombres. MUJER 1 encoge sus hombros, sigue barriendo y sale. Después entran los tres hombres y MUJER 2 empieza a preparar la comida)
     
HOMBRE 2:   Qué bueno que han venido. Hace tiempo que no nos reunimos.
     
HOMBRE 1:   Si, de vez en cuando debemos hablar juntos sobre las cosas de la vecindad.
     
HOMBRE 3:   Así se resuelven mejor los problemas.
     
HOMBRE 2:   Sí, tres cabezas son mejor que una.
     
HOMBRE 1:   Bueno, ojalá esta vez sea mejor que la última decisión que hicimos.
     
HOMBRE 2:   Verdad. Ay qué pena con el nuevo vecino.
     
HOMBRE 3:   Hombre, después de que el inspector lo lleva preso, esa misma noche encuentro un zorrochucho comiendo mis gallinas.
     
HOMBRE 1:   Y nos costó trabajo hacer la paz con él después.
     
HOMBRE 2:   Menos mal que no es un hombre rencoroso.
     
HOMBRE 3:   No sé por qué no se nos ocurrió que podría ser un zorrochucho.
     
HOMBRE 1:   A mi me pasó por la mente, pero...
     
HOMBRE 2:   A mi también. Algo me dijo...
     
HOMBRE 3:   Hombre, no fue tu esposa que dijo...
     
HOMBRE 1:   Bueno, y cuál es el tema hoy?
     
HOMBRE 2:   Es sobre la juventud. A mi me preocupa lo que está pasando.
     
HOMBRE 3:   A mi también. No encuentran cómo divertirse sanamente y me parece que están metiendo droga.
     
HOMBRE 2:   Yo no sé de dónde cogieron tan malas costumbres. (a MUJER 2) Mija, tráiganos tres cervezas.
     
HOMBRE 1:   Y con ese lote desocupado y lleno de monte. Es un lugar perfecto para esconderse y hacer todo lo que no se debe hacer.
     
HOMBRE 2:   Sí, creo que allí van parejas también.
     
HOMBRE 3:   De quién es ese lote? 
     
HOMBRE 1:   Creo que es del municipio. O sea, no es de nadie.
     
HOMBRE 2:   Entonces, qué hacemos?
     
HOMBRE 3:   Podríamos cercarlo con alambre de púa.
     
MUJER 2:   (Trayendo la cerveza) A mí me parece que este lote tiene la medida de una cancha de fútbol.
     
HOMBRE 2:   Hombre, el partido! Va a empezar en diez minutos.
     
HOMBRE 1:   Si, entonces, estamos de acuerdo? Cercamos el lote?
     
HOMBRE 3:   Pero eso va a llevar mucho alambre y tiene que ser alto o si no, los jóvenes pueden saltarlo.
     
HOMBRE 2:   Pero si es para nuestro hijos, debemos hacer el gasto.
     
HOMBRE 1:   De acuerdo. Prende el televisor.
     
    (MUJER 2 encoge sus hombros. Salen todos. Luego entran los tres hombres y se sientan)
     
HOMBRE 3:   Hoy les he llamado porque tenemos otro problema en la vecindad.
     
HOMBRE 1:   Ojalá esta vez nos salga más barata la solución. Esa cerca de alambre de púa casi me quiebra.
     
HOMBRE 2:   Ay, hombre. Y después viene el municipio y quita todo para hacer una cancha de fútbol.
     
HOMBRE 3:   Que fue muy bueno para la juventud, pero... por qué no pensamos en esto antes de hacer semejante inversión?
     
HOMBRE 2:   A mi me pasó por la mente, pero...
     
HOMBRE 1:   A mi también, algo me dijo...
     
HOMBRE 3:   Hombre, no fue tu mujer que...? Mira, antes de seguir vamos a llamar a nuestras señoras.
     
HOMBRE 2:   Si, si. Seis cabezas mejor que tres.
     
    (Salen los tres hombres y regresan con sus esposas. Todos se sientan)
     
HOMBRE 3:   Hemos llamado a todos para hablar del problema del desagüe aquí en la vecindad.
     
    (Los hombres empiezan a hablar a la vez. Después se quedan callados y miran hacia sus esposas)
     
HOMBRE 3:   Bueno, les toca a las damas.
     
HOMBRE 2:   Sí. Qué opinan Uds.?
     
HOMBRE 1:   Aquí las estamos escuchando.




FIN

 

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